En las próximas semanas, la Audiencia Provincial de Navarra juzgará a un feriante marroquí de 35 años, residente en Pamplona, acusado de perpetrar nueve delitos de agresión sexual contra menores de entre 11 y 15 años durante las fiestas de septiembre en Huarte. Desde el momento de los hechos, el acusado ha permanecido en prisión provisional. La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Aoiz ha dictado la apertura del juicio oral tras concluir la fase de investigación.

Las familias de las víctimas, representadas por la acusación particular, junto con la acción popular ejercida por el Ayuntamiento de Huarte, exigen una condena de 18 años de prisión para el acusado, lo que equivale a dos años por cada delito. Además, solicitan tres años de alejamiento respecto a cada víctima y la prohibición de entrar en Huarte durante el mismo periodo, aunque el municipio amplía esta restricción a cinco años. Por su parte, la Fiscalía solicita una pena más severa de 31 años de prisión, es decir, 3,5 años por cada delito, así como ocho años de alejamiento y prohibición de comunicación con las víctimas. También propone la sustitución de la pena de prisión por la expulsión del país durante diez años y una compensación de 18.000 euros por responsabilidad civil para todas las menores afectadas.

Según el auto de la jueza, el acusado presuntamente realizó tocamientos en diferentes partes del cuerpo de las menores, incluyendo glúteos, pecho y muslos. La edad de las víctimas, todas menores de 16 años, constituye un agravante según el Código Penal, ya que no pueden dar un consentimiento válido para actos sexuales.

Los hechos ocurrieron el 21 de septiembre del año pasado, cuando el acusado trabajaba en la atracción «El Grillo Loco» en la zona de ferias de Huarte. Las menores denunciaron que, al subir o bajar de la atracción o durante el ajuste de la barra de seguridad, el acusado les realizaba tocamientos en diversas partes del cuerpo. Además, testificaron que el comportamiento del acusado fue generalizado y que afectó a muchas más menores que las nueve que finalmente presentaron denuncias.

El contexto de los hechos fue corroborado por los agentes de la Policía Municipal de Huarte. Una de las agentes describió cómo encontró a las víctimas alteradas y nerviosas, con una de ellas llorando y afirmando que el acusado «le había tocado las tetas». Otras menores relataron tocamientos en las piernas y glúteos, describiendo al acusado como «un cerdo» y mencionando que muchas más niñas fueron supuestamente agredidas, aunque no todas denunciaron.

El auto también menciona que la pareja y el encargado de la atracción no proporcionaron información relevante. La mujer no estuvo presente el día de los hechos, mientras que el encargado afirmó no haber tenido problemas similares con el acusado en el pasado. Sin embargo, la jueza cuestiona la afirmación del encargado de que el acusado no tocó a ninguna chica, señalando que su visión estaba limitada al estar a diez o doce metros de distancia y de espaldas a algunas de las cabinas donde ocurrieron los incidentes.