En la capital bávara, un vehículo Mini Cooper se precipitó contra un grupo de personas durante una manifestación, resultando en al menos 28 personas heridas. Según fuentes oficiales, al menos dos de los heridos se encuentran en estado crítico, y un menor está en riesgo vital, según ha informado el medio alemán Bild.
El conductor, identificado como un refugiado afgano de 24 años con antecedentes penales por drogas y robos, fue detenido por las autoridades. Testimonios recogidos por medios locales indican que la policía disparó antes de proceder con la detención.
El incidente ocurrió alrededor de las 10:30 horas en la Seidlstraße, donde más de mil manifestantes participaban en una protesta organizada por el sindicato Verdi. Aún no está claro si el conductor aceleró intencionalmente hacia la multitud o si hubo una confusión entre el acelerador y el freno; las investigaciones policiales están en curso para esclarecer estos hechos.
Un participante de la marcha describió a la radio bávara que vio a un hombre atrapado bajo el vehículo y cómo intentó, sin éxito, abrir la puerta del coche, que estaba bloqueada. La policía llegó al lugar y rompió una ventana del vehículo para proceder con la detención.
En el lugar de los hechos se observaron pertenencias de los manifestantes esparcidas por la calle, incluyendo un cochecito de niño y una mochila. Un testigo presencial informó que una mujer y su hijo fueron atropellados, quedando ambos bajo el vehículo.
El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, expresó su profundo pesar por lo ocurrido y mencionó que varios niños se encontraban entre los heridos. «Estoy profundamente conmocionado. Mis pensamientos están con los heridos», declaró Reiter a los medios. El alcalde participará en una conferencia de prensa en el lugar del suceso a partir de las 12:30 horas, junto al ministro presidente Markus Söder y el ministro del Interior Joachim Herrmann.
La policía ha establecido un punto de encuentro para testigos en Am Löwenbräukeller, cerca de Stiglmaierplatz, para recopilar más información sobre el suceso.
La manifestación se enmarcaba en un paro laboral convocado por Verdi, que exigía un aumento salarial del 8%, mayores bonificaciones y tres días adicionales de vacaciones. La acción afectó a diversos servicios públicos, incluyendo hospitales, limpieza de calles, piscinas y guarderías.
Claudia Weber, representante de Verdi en Múnich, expresó su conmoción y preocupación por los colegas que participaban en la marcha. «Es todo tan increíble. Estamos totalmente conmocionados y tenemos un miedo terrible por nuestros colegas que estaban en la manifestación. Hemos oído que el coche entró deliberadamente en la protesta. Esperamos que no haya fallecidos», manifestó Weber.