En el barrio de Las Delicias de Zaragoza, un desayuno entre amigas terminó en una violenta agresión contra tres jóvenes de 24 años. Este hecho reciente se suma a las preocupaciones expresadas por los residentes del área, quienes han denunciado el deterioro del distrito en los últimos años, especialmente en términos de seguridad para las mujeres.
El incidente ocurrió en la avenida de Madrid alrededor de las 9:00 de la mañana. Según Andrea Flores, una de las víctimas, un hombre de aproximadamente 40 años y de origen argelino, comenzó a hacer gestos extraños que alertaron a las jóvenes. La situación escaló rápidamente cuando el individuo atacó a Alicia, una de las amigas de Andrea, escupiéndole en la cara.
Las jóvenes intentaron detener al agresor, gritando para pedir ayuda y tratando de retenerlo hasta que llegara la policía. Sin embargo, el agresor continuó su ataque, propinando patadas, bofetadas y puñetazos a las tres amigas. Alicia Jiménez sufrió una fractura en una falange debido a los golpes, mientras que Fernanda Gálvez recibió varias patadas y bofetadas que le dejaron marcas en el rostro y dificultades para abrir la mandíbula.
Determinadas a no dejar que el agresor escapara sin consecuencias, las jóvenes lo siguieron, aunque sintieron una gran impotencia al ver que los vecinos no intervenían. Solo algunas mujeres se detuvieron para ayudar a detener al atacante. Finalmente, dos agentes de policía llegaron al lugar, identificaron al agresor y las jóvenes presentaron una denuncia en la comisaría, acompañada de un parte de lesiones. Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Aragón, el agresor fue citado a juicio por un delito leve.
Andrea Flores mencionó que la experiencia le ha dejado una sensación de inseguridad constante en las calles de su barrio. Las tres decidieron utilizar sus redes sociales para denunciar lo ocurrido y alertar a otras mujeres sobre la situación en el barrio de Las Delicias. A través de estas plataformas, recibieron mensajes de otras personas que habían tenido experiencias similares con el mismo agresor en la avenida de Madrid y la calle de Delicias.
Andrea, quien ha vivido toda su vida en el barrio, lamenta que ahora ya no sea seguro para las mujeres, especialmente por la noche. Recuerda con nostalgia los tiempos en que podía caminar sin miedo por las calles de su infancia, una realidad que hoy parece lejana y surrealista.