El Gobierno de Argelia ha emitido una nota de protesta formal a Francia este lunes, en respuesta a una lista que contiene los nombres de 60 inmigrante argelinos sujetos a órdenes de expulsión en territorio francés. Esta acción diplomática refleja la creciente tensión entre ambos países.
Argelia ha expresado su firme oposición a lo que considera amenazas e intentos de intimidación por parte de Francia. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores argelino ha manifestado su desaprobación por el enfoque selectivo de Francia respecto a los acuerdos bilaterales e internacionales que rigen las relaciones entre ambos países. «Argelia rechaza categóricamente cualquier intento de intimidación y cualquier lenguaje amenazador», ha declarado.
La entrega de la lista a las autoridades argelinas ha sido rechazada tanto en su forma como en su fondo. Argel considera que Francia no puede decidir unilateralmente cuestiones relacionadas con la deportación de ciudadanos argelinos. «Francia no puede imponer unilateralmente su criterio sobre el procedimiento de deportación», ha señalado el comunicado.
Argelia ha instado a Francia a respetar el procedimiento establecido. Según el comunicado, el protocolo de 1994 debe ser considerado en conjunto con la convención sobre relaciones consulares de 1974, que sigue siendo el marco de referencia principal en materia consular entre ambos países. «El protocolo de 1994 y la convención de 1974 deben ser respetados en su totalidad», ha añadido.
Las tensiones entre Argelia y Francia se han intensificado recientemente, exacerbadas por la detención del escritor franco-argelino Boualem Sansal, conocido por sus críticas al gobierno argelino, y por la negativa de Argel a colaborar con la deportación de ciudadanos argelinos en Francia.
Este último punto ha ganado notoriedad tras un incidente en el que un argelino apuñaló a varias personas en Francia, resultando en la muerte de una de ellas. Posteriormente, París anunció que el sospechoso debía haber sido deportado a Argelia, pero el país africano se había negado en diez ocasiones a facilitar el trámite.