Un inmigrante ilegal de origen marroquí ha sido condenado a pagar una multa de 540 euros tras admitir su culpabilidad en un ataque con un cenicero metálico en un salón de juegos de Inca. Además, deberá indemnizar a la víctima con 1.650 euros por las lesiones causadas.

Inicialmente, la Fiscalía solicitó una condena de tres años y medio de prisión y la expulsión del país para el acusado. Sin embargo, tras un acuerdo entre la representante del Ministerio Público y el abogado defensor, Javier Llop, la petición se redujo a una multa y se eliminó la expulsión.

El incidente ocurrió en el salón de juegos Puro Azar, ubicado en el número 17 de la Avenida de Alcúdia, en Inca. El agresor llegó al establecimiento acompañado de un amigo. A pesar de que ambos tenían prohibido el acceso, un empleado les pidió que se marcharan. El acusado ignoró la solicitud y lanzó un vaso de plástico al trabajador.

Posteriormente, mientras el empleado intentaba cerrar la puerta del salón de juegos, el agresor cogió un cenicero metálico de pie y lo arrojó contra la cabeza del trabajador. El impacto del cenicero provocó una herida de cuatro centímetros en la ceja derecha de la víctima, quien requirió puntos de sutura para su tratamiento.

Durante el juicio celebrado la semana pasada en un juzgado de Vía Alemania, en Palma, el agresor se declaró autor de un delito de lesiones con instrumento peligroso. La jueza consideró la atenuante de dilaciones indebidas, ya que el caso estuvo paralizado por más de cinco años debido a causas ajenas al acusado.