La Audiencia Provincial de Las Palmas ha dictado una sentencia de 15 años de prisión contra Houari S., un marroquí de 45 años, por el asesinato «brutal» de Carmelo Hernández en su domicilio de Caleta de Fuste, Fuerteventura. Los hechos ocurrieron el 10 de diciembre de 2022, cuando la víctima recibió numerosos golpes y puñaladas. La sentencia fue emitida este jueves e impone la pena mínima solicitada tanto por el fiscal como por la defensa, considerando la admisión de culpabilidad y el arrepentimiento del acusado, lo que facilitó significativamente el desarrollo del juicio.
El jurado popular determinó que Houari S. y Carmelo Hernández pasaron las primeras horas de la madrugada juntos en la casa de la víctima. Con la intención de matarlo, el acusado le infligió múltiples golpes con «extrema violencia», concentrados principalmente en el rostro y la cabeza. Posteriormente, según la sentencia, utilizó un sacacorchos para apuñalar a Hernández ocho veces en la frente, lo que resultó en su muerte.
El fallo indica que Houari S. actuó con plena conciencia de que sus acciones aumentaban deliberadamente el sufrimiento de la víctima antes de causar su fallecimiento. Carmelo Hernández murió entre las tres y las cinco de la madrugada debido a traumatismos faciales y craneales, así como por la compresión externa de las vías respiratorias. El examen forense reveló que el condenado fracturó el cartílago cricoides de la víctima, conocido como la manzana de Adán, empleando una «fuerza y violencia extremas».
El jurado no encontró pruebas de que Houari S. estuviera bajo los efectos de una adicción a la cocaína y el cannabis en el momento del crimen, a pesar de que los informes forenses confirmaron su consumo. Sin embargo, se determinó que su dependencia no era «grave» y no afectaba su capacidad para comprender y controlar sus acciones.
La sentencia concluye que el móvil del asesinato sigue siendo desconocido y «resulta intrascendente para el derecho penal», salvo en casos específicos de agravantes. Las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron a ambos comprando juntos en un supermercado días antes del crimen, sin indicios de conflicto.
El veredicto se basó en las declaraciones de testigos y forenses, incluyendo el testimonio del hermano de la víctima, quien llegó desde Lanzarote tras ser alertado por una vecina que escuchó gritos de socorro. Al entrar en la casa, encontró una escena devastadora con restos de sangre, botellas de alcohol y el cuerpo de su hermano cubierto por una sábana en el dormitorio. El asesino había volcado el colchón y dejado el cadáver en el suelo, con la cabeza apoyada en una almohada.
Como parte de la responsabilidad civil, Houari S. deberá indemnizar al padre y a la madre de la víctima con 60.000 euros cada uno, y a cada uno de los tres hermanos con 20.000 euros por daños morales. A estas cantidades se añadirán los intereses legales desde la fecha de la sentencia y las costas procesales. La sentencia puede ser apelada ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.