El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado la condena de 19 años de prisión para Yassine S., un inmigrante ilegal magrebí que ha sido declarado culpable de violar e intentar asesinar a una joven de 20 años en el portal de su vivienda en Almería. Los hechos ocurrieron el 1 de enero de 2020 y han sido calificados como de una brutalidad extrema, dejando a la víctima con graves secuelas físicas y psicológicas.

La agresión tuvo lugar en torno a las 7:30 de la mañana en la calle Antonio Gala. La joven fue identificada como M. J. y regresaba a su domicilio tras las celebraciones de Año Nuevo cuando fue atacada. Yassine aprovechó el momento en el que la víctima accedía al portal para seguirla, arrinconarla e intentar desnudarla. Ante la resistencia de la joven, el agresor actuó con extrema violencia, golpeándola repetidamente contra las paredes, el suelo y un macetero de piedra, dejándola finalmente inconsciente.

En ese estado de indefensión, Yassine perpetró una violación extremadamente violenta, tanto anal como vaginal, según recoge la sentencia. Tras consumar el ataque, abandonó el lugar, dejando a la joven gravemente herida en el suelo del portal.

Entre las lesiones más graves se encontraban fracturas en el cráneo y el rostro, hematomas en el cerebro, y desgarros severos en los órganos genitales, tanto vaginales como perianales. Además, la joven presentó una desviación del tabique nasal que dificultaba su respiración. Los médicos destacaron que, de no haber recibido asistencia inmediata, habría fallecido.

La joven fue intervenida quirúrgicamente y permaneció hospitalizada durante 22 días. Su proceso de recuperación se extendió durante casi un año, incluyendo 285 días para sanar físicamente y 263 días de incapacidad para retomar su vida cotidiana. A pesar de ello, las secuelas son permanentes: sufre de estrés postraumático y un trastorno adaptativo de grado leve a moderado.

Yassine fue detenido dos años y medio después en una vivienda okupada en un pueblo de Granada, tras haber intentado agredir sexualmente a otra mujer. Era su tercera víctima conocida. Por el ataque a M. J., se le impusieron 12 años de prisión por agresión sexual con extrema violencia y 7 años más por tentativa de homicidio, además de una orden de alejamiento y el pago de 160.000 euros en indemnización, más intereses.

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