Axel Rudakubana, de 18 años, ha admitido ser culpable del asesinato de tres niñas en Southport, un crimen que conmocionó al Reino Unido y desencadenó violentas protestas. Este lunes 20 de enero, durante la primera jornada de su juicio en el tribunal criminal de Liverpool, confesó los hechos ante los jueces.

Imagen reciente del asesino, Axel Rudakubana / BBC

Las víctimas, Bebe King de 6 años, Elsie Dot Stancombe de 7 años y Alice da Silva de 9 años, asistían a una clase de baile inspirada en la cantante Taylor Swift cuando ocurrió la tragedia el 29 de julio de 2024. Además, diez personas más resultaron heridas en el ataque, ocho de ellas menores. Este acto es considerado una de las peores agresiones con arma blanca en Inglaterra en los últimos años.

Elsie Dot Stancombe, Alice da Silva Aguiar y Bebe King / Redes sociales

Durante el proceso judicial, Rudakubana también admitió haber producido ricina, un veneno extremadamente tóxico, y haber poseído un manual de entrenamiento vinculado a Al Qaeda. A pesar de estos elementos, las autoridades descartaron la motivación «terrorista» en los asesinatos.

En el juicio, Rudakubana se negó a permanecer de pie ante el tribunal, pero respondió «culpable» a cada acusación presentada en su contra. Su confesión ha permitido acortar el proceso judicial, según confirmó el juez, quien anunciará la condena este jueves 23 de enero.

En diciembre de 2024, el acusado había optado por guardar silencio en las audiencias preliminares. Este comportamiento fue interpretado inicialmente como una declaración de inocencia, lo que llevó a planificar un juicio más extenso que se esperaba durara hasta cuatro semanas.

La ministra del Interior, Yvette Cooper, calificó el juicio como «una experiencia profundamente traumática para las familias» y pidió que se garantizara un proceso justo que hiciera justicia.

El caso generó una oleada de protestas y disturbios en varias ciudades del Reino Unido e Irlanda del Norte. Durante las manifestaciones, se atacaron hoteles que alojaban inmigrantes, así como mezquitas, lo que llevó a enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y contra-manifestantes.

En un primer momento, Rudakubana fue presentado, supuestamente erróneamente, como un solicitante de asilo musulmán, lo que exacerbó las tensiones. Sin embargo, se confirmó que nació en Gales, en una familia de origen ruandés, y residía en Banks, una localidad cercana a Southport, aunque el manual de Al Qaeda que encontraron en su habitación llegó a contradecir mucha información publicada durante los meses de disturbio.

A raíz de estos disturbios, el primer ministro Keir Starmer denunció los actos como «violencia de extrema derecha» y prometió tomar medidas contundentes contra los responsables, tanto de los ataques como de la incitación a través de internet.

Hasta diciembre de 2024, se contabilizaron más de 410 condenas relacionadas con las protestas. Según la agencia de noticias PA, más de 360 personas recibieron penas de prisión, incluidas dos condenas de nueve años, las más severas impuestas hasta ahora.

Aunque Rudakubana era menor de edad al momento de los asesinatos, la justicia permitió revelar su identidad debido a las especulaciones que circulaban sobre él en redes sociales y medios de comunicación.

El jueves 23 de enero se espera que se dicte la sentencia, lo que podría cerrar uno de los casos más perturbadores de los últimos años en Inglaterra, marcado por la tragedia, la violencia social y la polarización política.

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