Las constantes quejas de los vecinos de la calle Guifré de Sant Feliu de Guíxols, en El Bajo Ampurdán (Gerona) llevaron al desmantelamiento de un narcopiso que, además de ser un centro de distribución de drogas, generaba molestias diarias en el barrio. Dentro de la vivienda se encontraban dos marroquíes de 25 y 34 años que ofrecían todo tipo de sustancias, desde marihuana y cocaína hasta un variado surtido de pastillas de MDMA.
Tras meses de quejas por ruidos, entradas y salidas sospechosas y venta de drogas, los Mossos d'Esquadra y la Policía Local decidieron actuar. Los agentes de ambos cuerpos llevaron a cabo una investigación para confirmar las actividades ilícitas en el piso y recoger pruebas suficientes para proceder con una intervención.
El 29 de octubre finalmente obtuvieron la autorización judicial y realizaron la redada en el domicilio. Agentes de las unidades de Investigación, Seguridad Ciudadana, ARRO de Gerona y la Unidad Canina participaron en el operativo. En el interior del piso encontraron varias dosis de cocaína, hachís, marihuana y pastillas de MDMA, además de medicamentos usados para adulterar la cocaína y aumentar sus efectos.
Los agentes descubrieron que los dos detenidos también traficaban con hachís hacia el norte de África usando «mulas» que transportaban la droga en forma de bellotas tragadas para pasar los controles de frontera. También hallaron una balanza de precisión, joyas, una navaja y 2.745 euros en efectivo.
Ambos detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Sant Feliu de Guíxols al día siguiente, enfrentándose a cargos por delitos contra la salud pública, mientras los vecinos respiran ahora un poco más tranquilos tras la operación policial.