La Policía Nacional de La Rioja ha detenido a una mujer argelina de 32 años tras intentar asesinar a su expareja con un hacha. El intento de homicidio ocurrió en el centro de Logroño, en el domicilio que ambos compartían ocasionalmente. Aunque su relación estaba muy deteriorada, la mujer decidió pasar la noche allí. A las seis de la mañana entró en la habitación armada con un hacha mientras su expareja dormía y, según la Policía, le gritó: «antes te llevo por delante».
El hombre reaccionó a tiempo y logró protegerse con los brazos del ataque. Sin embargo, el golpe le causó una herida profunda y una rotura parcial de un tendón. La víctima logró salir de la vivienda y dirigirse a una farmacia cercana a pesar de la gravedad de la lesión, donde le ofrecieron las primeras atenciones. Tuvo que ser trasladado al Hospital San Pedro bebido a la gravedad de la herida, donde finalmente recibió el tratamiento adecuado.
La víctima se dirigió a la Jefatura Superior de Policía para presentar la denuncia contra su expareja tras recibir asistencia médica. Los agentes localizaron rápidamente a la agresora en el Hospital San Pedro, donde había ido para recibir atención por lesiones que sufrió en la pelea. Durante el registro de la vivienda, los policías encontraron el hacha de 37,5 centímetros de largo y tenía un mango de plástico, con una doble hoja: una curvada en forma de media luna y otra con la apariencia de un puñal.
La mujer ya contaba con un antecedente por un delito de lesiones y fue detenida y puesta a disposición judicial. Actualmente se encuentra en libertad con cargos mientras se resuelve el caso. La Policía Nacional ha calificado el hecho como un intento de homicidio en grado de tentativa, aunque será el juez quien determine si se trata de un delito de homicidio o de otro tipo penal.
La detenida se ha puesto en contacto con los medios de comunicación para explicar su versión. Asegura que no intentaba matar a su expareja, sino que estaba tratando de autolesionarse tras una fuerte discusión y la recepción de unos vídeos de él con otras personas. Según ella, fue el hombre quien intentó detenerla, poniendo su brazo para evitar que se hiciera daño. Además, la mujer alegó haber sido víctima de malos tratos en la relación, aunque nunca denunció estos abusos.