Agentes de la Policía Nacional han arrestado en Benidorm a un ladrón de origen argelino y 47 años de edad, acusado de perpetrar un hurto en el interior de un vehículo. El detenido empleó una técnica conocida como el «pinchazo» para llevar a cabo el robo de un bolso que contenía 4.800 euros en efectivo y diversos documentos personales de la víctima.

El suceso tuvo lugar en el aparcamiento de un supermercado, donde la víctima había estacionado su vehículo. Tras realizar sus compras, al regresar al coche, fue abordada por el sospechoso, quien le indicó que tenía una rueda pinchada. Aprovechando la distracción de la víctima mientras esta se ocupaba de la rueda, el delincuente sustrajo el bolso que se encontraba en el asiento del copiloto.

La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por la víctima, quien informó sobre la sustracción de su bolso. Las pesquisas policiales revelaron que el autor había pinchado una de las ruedas del vehículo durante el tiempo en que la víctima realizaba sus compras. Al volver al coche y descubrir el pinchazo, la víctima solicitó asistencia técnica por teléfono, momento que el ladrón aprovechó para robar el bolso del interior del vehículo, que se encontraba abierto.

Tras intensas gestiones de investigación, los agentes lograron identificar al presunto autor, un individuo itinerante que operaba a nivel nacional. Finalmente, fue localizado y detenido en Benidorm como presunto autor de un delito de hurto en interior de vehículo. El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Benidorm.

La Policía Nacional advierte sobre la necesidad de tomar precauciones en entornos como bancos, aparcamientos públicos y gasolineras, donde este tipo de delitos son más frecuentes. Recomienda desconfiar de desconocidos, incluso de aquellos que ofrecen ayuda, cerrar siempre el vehículo y no dejar objetos de valor a la vista en los asientos del coche.

Esta modalidad delictiva, conocida como «la siembra», suele ser ejecutada en grupo con una clara división de tareas. Uno de los miembros vigila a las víctimas en sucursales bancarias, supermercados o centros comerciales, marcándolas para que el resto del grupo las siga y perpetre el robo.