Según informaron fuentes policiales, la Sala de Comunicaciones del 092 recibió una llamada poco después de las once de la noche, alertando sobre un hombre que insistía en acceder a un edificio tras llamar a varios telefonillos para que algún vecino le abriera el portal principal. Los testigos indicaron que el sujeto se encontraba en un estado de gran alteración.
Una vez dentro del edificio, los vecinos escucharon golpes y gritos, y observaron cómo el hombre se marchaba del lugar acompañado de una mujer. Al llegar al lugar, los agentes se dirigieron primero al apartamento señalado, pero al no obtener respuesta, regresaron a la calle para buscar al sospechoso. Al abrir el ascensor, encontraron un mechón de pelo rubio.
Durante la búsqueda en los alrededores, a unos 200 metros del edificio, los policías notaron a un hombre que increpaba a una mujer desde la acera opuesta. La descripción del individuo coincidía con la proporcionada por los testigos.
Tras detenerlo, identificaron al sospechoso como J. B., de 56 años y originario de Sierra Leona, país del África subsahariana. Al entrevistar a la mujer, que presentaba enrojecimiento en el codo y el pómulo derechos, esta declaró que había sido pareja del detenido, pero que, a pesar de haber terminado la relación, él la seguía constantemente.
La víctima explicó que minutos antes, el hombre había irrumpido en el domicilio donde ella se encontraba, la había sacado a la fuerza, tirado del pelo y arrastrado hasta el ascensor, causándole las lesiones que los agentes pudieron observar.
Por estos hechos, la policía procedió a la detención de J. B. por la presunta comisión de un delito de violencia de género.