Un adolescente sueco de origen magrebí de tan solo 14 años dirigía desde Alicante una red de sicarios menores de edad. Según la investigación, este joven reclutaba a otros adolescentes a través de Telegram para cometer asesinatos y atentados con explosivos, ofreciendo sus servicios a mafias internacionales. Sus padres colaboraban activamente en la trama y también han sido detenidos.

La organización, desmantelada en una operación conjunta de las policías española, sueca y danesa, cobraba entre 20.000 y 50.000 euros por cada trabajo. Los jóvenes recibían las armas necesarias para los ataques y las instrucciones para ejecutar los crímenes. Este modelo criminal, común en Suecia, representa un peligroso salto en el crimen organizado en España, donde no se había registrado algo similar hasta ahora.

Un menor sueco detenido en Málaga evitó un asesinato planeado por la red

La investigación comenzó tras el aviso de la Policía sueca sobre la presencia en España de esta red. En mayo, un joven sueco de 17 años fue arrestado en Benalmádena cuando planeaba asesinar a un miembro de un grupo rival. El menor había viajado desde Suecia, teñido su pelo para evitar ser reconocido y estaba realizando vigilancia en la zona cuando fue detenido. Entre sus pertenencias se encontraron herramientas que podían usarse para cometer el crimen.

Las mafias contactaban con el joven líder, exponían los objetivos y acordaban el precio. Desde la vivienda familiar en San Juan, Alicante, el chico gestionaba los contactos y dirigía las operaciones. A pesar de su corta edad, era considerado el cerebro de la organización y manejaba la red con una frialdad impactante, según fuentes policiales.

Coordinación internacional y arrestos en Dinamarca

Esta operación en España se coordinó con otra en Dinamarca, donde se detuvo a dos menores suecos, también de origen magrebí, que planeaban otro asesinato. Ambos llevaban armas de fuego al momento de ser interceptados. Estas detenciones han permitido desvelar la conexión de la red con importantes mafias en Suecia y Europa del Este.

En noviembre, los agentes españoles realizaron una redada en el domicilio familiar del líder en Alicante. Allí se detuvo al joven y a sus padres, quienes participaban en la logística de las operaciones. La vivienda servía como base central para coordinar los asesinatos y manejar las cuentas en redes sociales utilizadas para reclutar a los sicarios.

La investigación ha evitado al menos dos asesinatos en España y ha desmantelado una red que, según los investigadores, ya había cometido varios crímenes en Suecia y Dinamarca. La operación ha dejado en evidencia el preocupante uso de menores como herramientas para el crimen organizado y la creciente presencia de estas redes en Europa.

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