La Policía Nacional ha logrado desarticular una red de tráfico ilegal de personas que operaba entre Ceuta y Algeciras, culminando en la detención de doce individuos. La operación, llevada a cabo por la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Comisaría Local de Algeciras, ha desvelado una estructura criminal dedicada a trasladar inmigrantes de origen marroquí a la península.
El grupo delictivo operaba con una logística meticulosamente planificada, permitiéndoles actuar en diversos puntos de la costa peninsular. Según informó la Policía Nacional, la organización utilizaba embarcaciones de recreo robadas en puertos deportivos del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol para realizar estos traslados.
La investigación se inició en julio de 2024, tras la llegada de una embarcación de recreo a la playa de Getares en Algeciras, la cual transportaba a dos menores extranjeros no acompañados. Las indagaciones revelaron que dicha embarcación había sido robada días antes en un puerto deportivo de Algeciras. Este incidente desencadenó la detección de una serie de robos de embarcaciones en la región, las cuales eran abandonadas en las costas de Algeciras tras ser utilizadas para el tráfico de inmigrantes.
Para llevar a cabo los robos, la organización contaba con la colaboración de empleados de clubes náuticos, quienes proporcionaban información sobre las embarcaciones más idóneas para ser sustraídas y facilitaban el acceso a los pantalanes. Además, estos cómplices alertaban sobre la presencia policial, minimizando así el riesgo de ser detectados. Una vez seleccionada la embarcación, otros miembros de la organización la robaban y la trasladaban hasta Ceuta.
En Ceuta, en zonas de difícil acceso, otros integrantes del grupo esperaban con los inmigrantes listos para ser trasladados a la península. En muchos casos, se utilizaba a menores de edad como pilotos de las embarcaciones, aprovechando su menor responsabilidad penal en caso de ser interceptados. La Policía ha señalado que la organización no dudaba en exponer a los menores y a los inmigrantes a situaciones de «extremo peligro», ya que las embarcaciones solían estar sobrecargadas y en condiciones precarias.
Según fuentes policiales, la red habría logrado introducir ilegalmente a 40 personas en territorio español, cobrando entre 4.000 y 4.500 euros por cada pasaje, lo que habría generado unas ganancias aproximadas de 180.000 euros.
Tras meses de investigación, en diciembre de 2024 se realizaron varias entradas y registros en Ceuta, resultando en la detención de los principales miembros de la organización. Recientemente, se procedió a la detención de otros dos integrantes responsables de los robos de embarcaciones en puertos deportivos.
La operación concluyó con un total de doce detenidos, de los cuales cinco fueron enviados a prisión provisional por orden del Juzgado número 3 de Algeciras. Además, se recuperaron seis embarcaciones de recreo, que fueron devueltas a sus legítimos propietarios.