El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha desvelado este viernes un complot orquestado por un alto cargo de la Guardia Revolucionaria iraní para asesinar al presidente electo Donald Trump y a varios disidentes iraníes residentes en el país. La operación se frustró antes de que pudiera ejecutarse, según la denuncia presentada en un tribunal federal de Manhattan.

El pasado septiembre un miembro de la Guardia Revolucionaria ordenó a un contacto identificado como Farjad Shakeri, vigilar y planificar el asesinato de Trump. La denuncia señala que, si no lograba actuar antes de las elecciones presidenciales, el plan se pospondría con la expectativa de que sería más sencillo ejecutarlo si Trump no volvía al poder.

Trump fue objeto de tres intentos de atentado durante su campaña presidencial, siendo el más grave el ocurrido el 13 de julio en Pensilvania. Estos incidentes han incrementado las amenazas que enfrenta el Donald Trump y han puesto en alerta a las autoridades estadounidenses.

El caso subraya la persistencia de las tensiones entre Estados Unidos e Irán, con la implicación de agentes del régimen en acciones que trascienden fronteras y apuntan a figuras clave del gobierno estadounidense. Las autoridades han reforzado las medidas de seguridad y continúan investigando posibles vínculos y redes implicadas en el complot.

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