La Guardia Civil ha llevado a cabo dos importantes operaciones antiterroristas que han culminado con la detención de dos yihadistas en Ceuta y Valencia. Uno de los arrestados es un excombatiente tunecino del Estado Islámico que había combatido en Siria y fue interceptado mientras intentaba entrar de forma irregular en España. El otro es residente en Valencia y estaba profundamente radicalizado tras consumir propaganda yihadista durante años.

El excombatiente de nacionalidad tunecina viajó en 2016 a Siria para unirse a las filas de Daesh, el autodenominado Estado Islámico. Fue localizado en Ceuta por agentes de la Guardia Civil, que lo identificaron como una amenaza potencial para la seguridad nacional, debido a las habilidades adquiridas en el uso de armas y explosivos durante su estancia en zonas de conflicto. Además, también ha salido a la luz que el excombatiente llegó a Ceuta ilegalmente el pasado julio de 2024, nadando desde Marruecos.

El retorno de los denominados Foreign Terrorist Fighters (FTF), combatientes extranjeros que se unieron a organizaciones terroristas como Daesh o Al Qaeda, es considerado un grave peligro por los expertos en seguridad del Ministerio del Interior. Estos individuos podrían utilizar su entrenamiento para planificar o ejecutar atentados en territorio europeo.

Por esta razón, las fuerzas de seguridad trabajan intensamente en la detección y neutralización de estas amenazas en los puntos de entrada al país. El tunecino fue puesto a disposición del Grupo Central de Expulsiones de la Policía Nacional y, finalmente, deportado a su país de origen.

En Valencia, la Guardia Civil arrestó al otro yihadista, inmerso desde hace años en un proceso de radicalización. Este individuo consumía regularmente contenido propagandístico difundido por el Estado Islámico a través de plataformas digitales.

La investigación reveló que muchos de estos materiales procedían de sitios web terroristas que fueron eliminados recientemente tras una operación internacional coordinada por EUROPOL y EUROJUST, con la colaboración del FBI y la Guardia Civil. Esta operación se centró en desmantelar la mayor red de difusión de propaganda online gestionada por Daesh.

Tras su detención, el yihadista valenciano fue puesto a disposición judicial. El Juzgado Central de Instrucción nº1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional dirigieron el proceso, y el juez decretó su ingreso en prisión preventiva.

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