La Guardia Civil ha revelado que el túnel de 50 metros que conecta Marruecos con Ceuta, utilizado para el tráfico de drogas desde hace al menos dos años, podría haber servido también como vía para la inmigración ilegal. Según fuentes cercanas a la investigación, esta galería subterránea se habría usado para introducir a inmigrantes ilegales en la ciudad autónoma, especialmente en los últimos años, cuando se detectaron entradas inexplicables.
En varias ocasiones, decenas de inmigrantes, principalmente subsaharianos, llegaron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta sin señales de haber cruzado las vallas fronterizas o nadado. «Aparecían en perfectas condiciones, sin ropa mojada ni heridas, lo que siempre fue un misterio», indicó una fuente. Las fechas de estas llegadas coinciden con el periodo en que la organización criminal presuntamente utilizó el túnel, desde principios de 2023, cuando la actividad de la nave industrial donde se encontraba el acceso cesó.
La nave está ubicada en el polígono del Tarajal y pertenece a la empresa Nene. Dedicada a la marmolería, es objeto de investigación para determinar la identidad del propietario y su posible conexión con la red de narcotráfico. La operación fue coordinada por la Audiencia Nacional y ha entrado en su tercera fase con el descubrimiento del túnel, a través del cual se cree que se transportaban diversas mercancías, principalmente drogas, hacia el puerto de Ceuta para su distribución marítima.
La investigación comenzó tras encontrar varios camiones en la Península con miles de kilos de hachís que habían salido de Ceuta sin ser detectados. Hasta la fecha, se han detenido a 14 personas relacionadas con la operación, denominada Hades, que inició el 31 de enero con la detención de dos guardias civiles de la Comandancia de Ceuta, un concejal del Ayuntamiento y seis camioneros, entre ellos familiares del político Mohamed Duas, del partido Movimiento Dignidad y Ciudadanía (MDyC), con antecedentes por tráfico de drogas.
El hermano del concejal, funcionario de prisiones en excedencia, y su sobrino eran responsables de cargar los camiones con droga en Málaga. Los agentes detenidos estaban implicados en permitir el paso de estos camiones a través de los controles del puerto de Ceuta, previo pago. En una segunda fase, el 11 de enero, se detuvo a otras cinco personas, incluyendo a un conocido delincuente vinculado al narcotráfico y a incidentes violentos en la ciudad autónoma.
Los registros y arrestos llevaron al descubrimiento del túnel, que conectaba Marruecos con España para el contrabando de hachís. Decenas de agentes aseguraron las instalaciones del polígono industrial para inspeccionar la zona, con la participación de especialistas de la unidad de Subsuelo de la Guardia Civil. El túnel, estrecho y a 12 metros de profundidad, fue construido con maquinaria pesada y apuntalado con madera. La investigación continúa para determinar la ubicación exacta de su salida.
La colaboración de Marruecos es crucial para esclarecer si el túnel tiene una o varias entradas desde su territorio, así como para identificar las salidas en el entorno del perímetro fronterizo o en puntos más alejados de la doble valla, lo que podría explicar cómo se llevaban a cabo estas operaciones sin levantar sospechas. Los agentes de Subsuelo siguen trabajando para extraer barro y agua del túnel y determinar sus dimensiones exactas, considerando las posibles implicaciones internacionales.