Los trabajadores de una empresa de reciclaje de La Coruña encontraron el cadáver de un hombre en uno de los contenedores de papel que estaban descargando a primera hora del martes. El fallecido es un marroquí de 41 años que tenía varios antecedentes policiales y era conocido en la zona de la plaza de Pontevedra, donde solía frecuentar.

Una furgoneta del Tanatorio Apostol llegó hasta el lugar / Javier Alborés

Los operarios alertaron de inmediato a la Policía Nacional, que se desplazó hasta la planta de Bens para iniciar las investigaciones. Según fuentes policiales, se trataba de un hombre en situación de exclusión social que llevaba tiempo viviendo en la ciudad y solía reunirse con otros individuos en circunstancias similares. Las autoridades aún investigan cómo llegó el cuerpo al contenedor y si la muerte ocurrió allí o si fue arrojado después de fallecer.

El cuerpo fue descubierto mientras el papel estaba siendo descargado en el depósito, momento en el que los trabajadores advirtieron su presencia. La escena complicó la labor de la Policía Científica, ya que las pruebas debían recogerse entre el material reciclado.

Un agente de policía en el lugar / Javier Alborés

El cadáver presentaba varias contusiones, pero no se pudo determinar de inmediato si alguna de ellas había causado la muerte. Las autoridades no descartan que las heridas se produjeran dentro del camión debido a la maquinaria de compresión o que la víctima se hubiera introducido en el contenedor buscando refugio y falleciera por asfixia. Un examen forense será clave para esclarecer los hechos.

La actividad de la planta quedó interrumpida hasta que la jueza ordenó el levantamiento del cadáver, cerca de la una de la tarde. Durante ese tiempo, los camiones de la empresa desviaron el material a Nostián. Aunque se normalizó el trabajo tras la retirada del cuerpo, la Policía Judicial aún no ha podido determinar si se trata de una muerte accidental o de un posible homicidio.

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