Una pareja, un hombre marroquí y una mujer rusa, que okupaban una finca en Villajoyosa, ha sido detenida por su presunta implicación en la muerte de Mohamed Amine B., un marroquí de 25 años cuyo cuerpo fue hallado bajo escombros en un pozo. Según la familia del fallecido, estas detenciones, aunque no confirmadas oficialmente por la Guardia Civil, son un avance clave en el caso. Por el momento, la investigación continúa con absoluto hermetismo por parte de las autoridades.

«Las sospechas que teníamos eran acertadas», declaró Fernando Pallás, tío de Amine, quien explicó que desde el principio la familia tenía en el punto de mira la finca okupada. Según relató, Amine no solía desaparecer tanto tiempo sin comunicarse, lo que encendió las alarmas. Además, salió de casa sin documentación ni medicación, algo inusual incluso para sus escapadas nocturnas habituales.

Entrevista a Fernando Pallás, tío de la víctima / Rafa Arjones

De acuerdo con la información recabada por la familia, los detenidos fueron puestos a disposición judicial este viernes, aunque la mujer rusa ya quedó en libertad tras prestar declaración. Por el contrario, el hombre marroquí sigue siendo el principal sospechoso de la muerte violenta de Amine, un hecho que la familia vincula con el carácter violento del arrestado, del que también afirman tiene antecedentes en su país de origen.

La familia está satisfecha con el actual trabajo de la Guardia Civil —«el trato no puede ser mejor», dice Fernando—, pero lamenta los obstáculos iniciales que enfrentaron en la búsqueda de Amine. Desde su denuncia inicial en la Policía de Benidorm hasta el contacto con la Guardia Civil, sintieron que se subestimó la gravedad de la situación. Fue solo después de presentar la denuncia formal el día 21 que las autoridades comenzaron a actuar con mayor diligencia.

Los familiares contactaron con personas cercanas a Amine y reunieron indicios que apuntaban directamente a la finca okupada. Entre las pistas, un testigo aseguró haber observado comportamientos sospechosos del ahora detenido, como su nerviosismo al impedir que tiraran basura en el pozo y su intento de lavar unas zapatillas llenas de tierra. Estos detalles fueron clave para que la Guardia Civil intensificara su actuación y localizara el cadáver.

Fernando recordó que en una de sus visitas a la finca okupada, antes del hallazgo del cuerpo, fueron expulsados con nerviosismo por los okupas, quienes aseguraron que Amine estaba en otro pueblo. La insistencia de la familia y su intuición fueron determinantes para resolver el caso, que tomó un giro crucial tras detectar indicios de la presencia del cadáver.

La finca es un lugar frecuentado por personas que acuden a consumir drogas y sufrió además un incendio intencionado el día de Navidad, lo que incrementa el misterio alrededor de los okupantes y su implicación en los hechos. Mientras tanto, la familia de Amine sigue a la espera de justicia y de que se aclaren todas las circunstancias que llevaron a la trágica muerte del joven.

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