En la mañana del viernes, un individuo que no ha sido localizado, apuñaló hasta la muerte a un subsahariano de origen maliense en la mezquita de La Grand-Combe, cerca de Alès, en el departamento de Gard, Francia. El sospechoso de este asesinato sigue prófugo y es objeto de una intensa búsqueda que continúa hasta este sábado.
Según fuentes cercanas a la investigación, el sospechoso es bosnio con nacionalidad francesa y empleó su teléfono móvil para grabar la escena del crimen justo después de perpetrar el ataque y asestar múltiples puñaladas a su víctima, y en dos ocasiones dijo «Lo hice, maldito Alá». Además, se sabe que profirió insultos, refiriéndose a «Alá es mierda» y amenazando con «apuñalarle el trasero» a su víctima.
Hasta la mañana de este sábado, el motivo del asesinato sigue siendo un misterio. No hay indicios aún de si el ataque tiene un trasfondo vengativo. Se desconoce qué llevó al autor a la mezquita, si su acción fue premeditada y si conocía o no a la víctima. «El presunto autor no solía frecuentar el lugar y aparentemente nunca había estado allí antes», afirmó el fiscal.
Aboubakar, el maliense de aproximadamente 22 años que perdió la vida, residía en el barrio de Trescol, adyacente a la mezquita Khadidja. Este lugar de culto de una sola planta se encuentra a orillas del río Gardon d’Alès, bajo una vía férrea y alejado del centro del pueblo.
Según testigos citados por el diario francés Midi Libre, Aboubakar llevaba mucho tiempo viviendo en La Grand-Combe y había obtenido un CAP en albañilería en un instituto privado de la localidad hace unos años. El presidente de la mezquita, citado también por el periódico, indicó que Aboubakar había acudido a las instalaciones alrededor de las 8 de la mañana para «hacer la limpieza» antes de la oración del viernes.
Fue alrededor de las 11 de la mañana cuando los primeros fieles musulmanes encontraron el cuerpo sin vida de Aboubakar en una sala adyacente a la principal. Inmediatamente, alertaron a los servicios de emergencia.
En un primer momento, el fiscal de la República de Alès, Abdelkrim Grini, explicó a la AFP que «dos hombres se encontraban solos en el interior de la mezquita, dedicados a la oración, cuando uno de ellos asestó decenas de puñaladas al otro hacia las 8:30 de la mañana, dejándolo por muerto y huyendo del lugar».
El autor, desconocido tanto para los residentes del barrio como para los fieles de la mezquita, fue captado por las cámaras de vigilancia instaladas dentro y alrededor del lugar de culto. Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que, tras infligir numerosos cortes con el cuchillo a su víctima, el sospechoso sacó su teléfono móvil y grabó la escena.
La investigación ha sido asumida por la policía judicial de Nîmes, en colaboración con las fuerzas de la gendarmería, que siguen buscando al presunto autor. Este sábado, tres agentes de la subdirección antiterrorista (SDAT) fueron enviados desde París como observadores.
Está prevista la realización de una autopsia al cuerpo de la víctima a principios de la próxima semana, con el objetivo de determinar el número exacto de heridas. Mientras tanto, según informa Midi Libre, los habitantes de La Grand-Combe se están organizando para recaudar fondos y repatriar el cuerpo de la víctima a su país natal, Mali.