Ha sido detenido en Suiza un inmigrante marroquí de 22 años llamado Taha Oualidat, que está acusado de haber asesinado a una joven estudiante de 19 años en la ciudad de París, en Francia. El cuerpo de la joven fue hallado enterrado en un bosque el pasado fin semana. Todo el país de Francia está totalmente impactado por este suceso, ya que el inmigrante asesino había sido condenado en el pasado por una violación que cometió cuando era menor de edad.
El asesino ha sido arrestado en la ciudad de Ginebra, en Suiza, después de que las autoridades francesas hayan emitido una solicitud de búsqueda y captura. El inmigrante llegó a Francia desde España siendo menor de edad, exactamente cuando tenía 17 años, y además, en ese momento no tenía documentación legal.
A pesar de que su sentencia por agresión sexual incluía una orden de expulsión del país, fue liberado de prisión el 20 de junio. Inicialmente, fue trasladado a un centro de detención mientras se organizaba su deportación. Pero, el 3 de septiembre, un juez ordenó su liberación provisional mientras se tramitaba su expulsión. Bajo vigilancia judicial, se le impuso la obligación de presentarse periódicamente en la comisaría, un requerimiento que incumplió. Tras recibir Marruecos la autorización para su deportación, las autoridades francesas lo incluyeron en la lista de personas buscadas.
En esos días, Philippine, una estudiante de 19 años de la Universidad París Dauphine, desapareció tras salir de su centro académico, situado cerca del bosque de Boulogne. Al día siguiente, su cuerpo fue hallado parcialmente enterrado en dicho bosque, lo que desató una investigación para determinar al culpable del crimen.
El caso ha generado una fuerte polémica política en Francia. Jordan Bardella, líder del partido Agrupación Nacional (RN), fue de los primeros en reaccionar públicamente. En una publicación en la red social X, Bardella afirmó que a Philippine le ha arrebatado la vida un inmigrante marroquí que debió ser expulsado en su momento. El político añadió que "este individuo no debería haber estado en nuestro país, pero reincidió sin consecuencias. La justicia es indulgente, el Estado está fallando, y nuestros dirigentes permiten que los ciudadanos vivan con bombas de relojería. Es hora de que el Gobierno tome medidas".
Othman Nasrou, secretario de Estado de Ciudadanía y Lucha contra las Discriminaciones, el cual es de nacionalidad franco-marroquí, ha manifestado su profunda consternación ante los hechos. En una declaración realizada este miércoles, calificó el asesinato de Philippine como "un crimen abominable" y afirmó que lo sucedido es "horrendo e inadmisible".