La Policía Local de Vitoria ha abierto una investigación tras las graves amenazas de muerte y violación que presuntamente lanzaron tres inmigrantes que okupan ilegalmente un local en la calle Correría contra una vecina de la zona. Los hechos ocurrieron después de que los agentes recuperaran en el local varios objetos robados, entre ellos un GPS, dos hornillos y una garrafa de aceite.
Según fuentes cercanas al caso, la mujer fue testigo de la intervención policial y se convirtió en el blanco de intimidaciones por parte de los okupas. Durante la actuación de los agentes, los okupas le gritaron frases como: «Cuando se vayan los policías vamos a violarte» y «vamos a ir a buscarte y matarte». Estas amenazas han generado un profundo temor en el barrio y han encendido las alarmas entre los vecinos de esta zona del casco antiguo.
El local okupado lleva cerca de dos meses en esta situación y ha sido señalado como un foco de conflictos y delitos recurrentes. Los vecinos aseguran que los okupas han incrementado su actividad delictiva y sus actos intimidatorios en las últimas semanas. «No es la primera vez que intentan asustarnos», comentó un residente que pidió a las autoridades mayor implicación para resolver la problemática.
Las denuncias de los vecinos coinciden con los datos de las fuerzas de seguridad, quienes confirman que varios de los okupas están relacionados con numerosos robos y hurtos en la ciudad. Uno de ellos, de 28 años, fue sorprendido robando cinco días consecutivos en una tienda de deportes. Otro ha sido interceptado en varias ocasiones en un gran comercio de la ciudad. «Son de los ladrones más activos que tenemos ahora mismo», afirman agentes de la Policía Local y de la Ertzaintza.
El pasado domingo, los agentes identificaron a cinco hombres que residen en el local, con edades comprendidas entre los 25 y los 39 años. Uno de ellos fue arrestado tras enfrentarse a los policías, y se encuentra también bajo investigación por su supuesta implicación en el robo de los objetos recuperados.
Los residentes de la zona exigen medidas urgentes para atajar lo que consideran una situación insostenible. Por su parte, las autoridades locales trabajan para contener el clima de inseguridad en el casco histórico de Vitoria.