En un suceso que ha sorprendido a la comunidad de Zaragoza, un individuo de nacionalidad argelina identificado como R. T. protagonizó un nuevo episodio delictivo apenas minutos después de haber sido liberado por la justicia. Los hechos tuvieron lugar el pasado 12 de enero en un autobús de la línea 23 de la ciudad.
El individuo había sido detenido previamente por un delito de hurto y, tras ser llevado ante el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, decidió acogerse a su derecho a no declarar. El juez decretó su puesta en libertad, y el ladrón salió del juzgado de guardia ubicado en la avenida José Atarés.
Sin perder tiempo, el ladrón se dirigió a la parada de autobús más cercana y pilló uno de la línea 23. Una vez dentro, adoptó una actitud sospechosa y comenzó a observar a una pasajera. Con rapidez y sigilo, le sustrajo el teléfono móvil y, antes de que alguien pudiera reaccionar, descendió del autobús.