Un joven de origen magrebí y de 20 años de edad fue llevado ante los tribunales acusado de haber asaltado violentamente a un adolescente en Ferrol, en La Coruña (Galicia) para robarle 20 euros. Su defensa logró reducir la condena y evitar su expulsión de España tras un acuerdo con la Fiscalía, a cambio de que el acusado se declarara culpable y devolviera el dinero a la víctima, pero ahora deberá enfrentarse nuevamente a la justicia por un incidente similar en el que atracó a otra persona en circunstancias parecidas.
El segundo robo aún está pendiente de resolución judicial y ocurrió en la plaza del Inferniño, según informó el medio La Voz de Galicia. El joven utilizó la misma táctica: preguntaba a las víctimas si llevaban dinero y después les arrebataba la cartera, de la que se logró llevar 95 euros. De acuerdo con el informe policial, el joven estuvo acompañado por otros individuos cuya presencia intimidó a la víctima. La policía no ha logrado identificar a los cómplices, aunque sí detuvo al joven, el cual reside en Ferrol desde su infancia, aunque nunca ha solicitado la nacionalidad española.
La Fiscalía ha solicitado una pena de cuatro años de prisión por este nuevo delito, además de la inhabilitación para el derecho al voto durante el tiempo de condena. También se exige que el acusado pague las costas judiciales y se ordene su expulsión de España, con la prohibición de regresar al país por un periodo de diez años. Como parte de la responsabilidad civil, se le ha exigido también indemnizar a la víctima con los 95 euros robados.
El acusado ya ha cumplido condenas anteriores por otros delitos y fue trasladado esposado al tribunal. Sus padres han recurrido al abogado penalista Diego Reboredo para intentar evitar su expulsión en este nuevo proceso y ayudar a que su hijo pueda encaminar su vida lejos del crimen. El abogado ha destacado los lazos familiares del joven y su arraigo en la ciudad de Ferrol, con la esperanza de conseguir una sentencia más favorable.
En el caso anterior, además de la condena de cárcel, se impuso una orden de alejamiento de las víctimas y una multa. El acuerdo alcanzado evitó medidas más severas, pero si el acusado reincide en sus acciones delictivas, dicho acuerdo será revocado, exponiéndolo a penas mucho más estrictas.
El joven magrebí se enfrenta a un futuro incierto, con la posibilidad de que esta nueva condena lo aleje no solo de su familia y entorno, sino también de España, si la expulsión finalmente se lleva a cabo.