Un inmigrante marroquí de 29 años apuñaló a su compañero de casa senegalés en una vivienda situada en la parroquia de Ponte de Outeiro, en Castro de Rey (Lugo). El suceso tuvo lugar el pasado 14 de enero, ambos convivían en esa casa como parte de un programa de acogida gestionado por Cáritas y la unidad pastoral de la zona. Este acto de violencia ha generado conmoción entre los vecinos, quienes conocían de algunos conflictos entre los implicados, aunque nunca de esta magnitud.
Fuentes cercanas aseguran que los dos hombres mantenían una relación complicada. Aunque reconocen que «no se llevaban bien», no existían antecedentes de violencia hasta el incidente. Sin embargo, otra persona consultada mencionó que recientemente habrían tenido «otro altercado», lo que podría haber intensificado las tensiones.
El desencadenante del ataque fue, según las primeras investigaciones, una discusión por el ruido. La víctima es originaria de Senegal y recriminó al agresor que hacía demasiado ruido de madrugada, lo que le impedía dormir. Acto seguido, el marroquí cogió un cuchillo de 24 centímetros y le causó varias heridas graves en diferentes partes del cuerpo.
El herido logró escapar y recorrer unos 400 metros hasta la vivienda de una vecina con la que ambos tenían contacto. Allí fue encontrado por agentes de la Guardia Civil, desorientado, sin apenas ropa, ensangrentado y mostrando síntomas de hipotermia debido a las bajas temperaturas de la noche.
La víctima fue trasladado de inmediato al hospital, donde ingresó inicialmente en la unidad de críticos. Más tarde fue intervenido quirúrgicamente para tratar las lesiones ocasionadas por el arma blanca. Según informaron fuentes médicas, ya se encuentra en planta y su evolución es favorable.
El agresor fue detenido en el lugar de los hechos por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial. Finalmente, se dictó su ingreso en prisión como autor de un delito de tentativa de homicidio, dadas las graves lesiones provocadas a la víctima.
