El dominio de España como segundo proveedor de tomate a la Unión Europea ha llegado a su fin. El liderazgo de Holanda se consolida, mientras que Marruecos emerge con fuerza en el mercado europeo, desafiando la posición de España como potencia agroalimentaria, ha informado Manuel Yaben en El Debate.
La escasez de recursos hídricos y el aumento de los costos de producción han afectado gravemente la rentabilidad de los cultivos en España. En contraste, Marruecos, a pesar de enfrentar siete años consecutivos de sequías, ha optimizado sus técnicas agrícolas y maximizado sus ventajas competitivas.
Los agricultores españoles han alertado repetidamente sobre esta situación, y los datos del servicio estadístico Euroestacom (ICEX-Eurostat) lo confirman: en 2024, Marruecos exportó 579.792 toneladas de tomate a la UE, generando ingresos por 999,04 millones de euros, mientras que España exportó 531.766,4 toneladas por un valor de 933,82 millones de euros.
Este desfase de 48.025,6 toneladas ha permitido a Marruecos superar a España, con un incremento de 87.353,5 toneladas en sus exportaciones a la UE en 2024. Desde 2016, las exportaciones marroquíes han crecido más de un 47%, mientras que el pico de exportaciones españolas en ese año fue un 34% superior a las de 2024.
La brecha entre ambos países se ha cerrado hasta que Marruecos ha logrado superar a España, tal como habían anticipado los productores nacionales. Los agricultores españoles demandan la implementación de cláusulas espejo para Marruecos y denuncian la imposibilidad de competir bajo las actuales condiciones. Los productores europeos deben cumplir con regulaciones mucho más estrictas en el uso de productos fitosanitarios, gestión del agua y condiciones laborales, mientras que Marruecos recibe subsidios del 50 al 70% del valor de su producción de tomate.
El apoyo estatal a los productores marroquíes contrasta con las dificultades que enfrentan los agricultores españoles. La COAG, que lidera la oposición del sector agrícola español al tomate importado, señala que desde 2019 Marruecos ha excedido en unas 230.000 toneladas el contingente del acuerdo de libre comercio con la UE, libre de aranceles.
Andrés Góngora, responsable estatal de frutas y hortalizas de COAG, indicó en una entrevista con El Debate que desde 2019 llegan unas 500.000 toneladas anuales. «Unas 230.000 toneladas de tomate entran cada año sin pagar aranceles», afirmó Góngora, quien añadió que los cálculos de su organización estiman en 71,7 millones de euros la cantidad que Marruecos habría dejado de pagar a España en los últimos cinco años por el excedente de tomate introducido en el mercado europeo.
La afluencia masiva de tomate marroquí a Europa representa un desafío significativo para los productores españoles, quienes han visto reducirse en un 30% la superficie destinada a este cultivo debido a la competencia desleal con Marruecos.
Además, los productores españoles acusan a Marruecos de prácticas cuestionables, como la ocupación y explotación del Sáhara Occidental. Esta región, reclamada por los saharauis, se ha convertido en una fuente importante de tomates que llegan a Europa bajo la etiqueta marroquí, aprovechando el tratado de libre comercio con la UE.
La combinación de estos factores ha posicionado a Marruecos como el segundo proveedor de tomate a la UE, con ambiciones de alcanzar el liderazgo. En 2024, Holanda mantuvo su posición de liderazgo con la venta de 743.291,80 toneladas, pero Marruecos ha reducido la brecha de 222.240 toneladas en 2023 a 163.499,8 toneladas en el año pasado.