La Comunidad de Madrid ha anunciado que llevará a cabo una reforma integral del Centro de primera acogida de Casa de Campo destinado a menas. Esta remodelación, que se iniciará a lo largo del presente año, tiene como objetivo mejorar la infraestructura y los espacios del complejo. La necesidad de esta reforma surge debido a la insuficiencia de las 66 plazas actuales para atender el creciente número de menas que llegan a la región.

Para llevar a cabo estas mejoras, la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales está evaluando la reubicación de algunos de los menas que actualmente residen en el centro. Esta medida es necesaria antes de que comiencen las obras, las cuales se han visto retrasadas por el colapso del sistema, un problema que la Consejería atribuye a la mala gestión del Gobierno central en la situación migratoria.

La inversión para la reforma superará los 4 millones de euros, y se espera que las obras mejoren significativamente las condiciones del centro. La Consejería ha confirmado que «las actuaciones están previstas para este mismo año», enfocándose en la mejora de la infraestructura y los espacios.

La sobrecarga del centro ha obligado a la Comunidad de Madrid a habilitar nuevos espacios de acogida en la región. Entre estos se encuentra La Cantueña, que tuvo que abrir antes de lo previsto para atender a los menas.

Este martes, el Ministerio de Juventud e Infancia, bajo la dirección de Sira Rego, ha solicitado a la Fiscalía que investigue las condiciones en las que se encuentran los menas en el centro. En su petición, el Ministerio destaca que los menas permanecen durante largos periodos en instalaciones que están diseñadas para estancias temporales. Sira Rego ha indicado que esta situación «podría suponer una clara vulneración de los derechos fundamentales de las personas menores de edad, así como una falta de atención al principio del interés superior del menor».

En respuesta a estas acusaciones, la Consejería ha manifestado que «el Gobierno tiene fijación por Madrid para tapar su pésima gestión, que cuesta vidas». Además, han señalado que los retrasos en las obras del centro de Casa de Campo se deben al «colapso de los centros de menores», una situación que atribuyen a la política del Ejecutivo central. La Consejería ha añadido que «el Gobierno se lava las manos con personas muriendo en el mar, con menores hacinados en campamentos con miles de personas mayores de edad y con la pobreza infantil disparada en España».