Un inmigrante de origen marroquí de 35 años y de nombre Brahim C., ha sido condenado en Zaragoza a pagar 900 euros de multa y a cubrir los daños que causó en el Hospital Universitario Miguel Servet, valorados en más de 5.000 euros. El agresor rompió la pared de su habitación para atacar a otro preso que se encontraba ingresado en la habitación de al lado. Este acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, representada por la abogada Carmen Sánchez Herrero, se cerró en el Juzgado de lo Penal número 6.
La reparación de los desperfectos implica cuatro fases principales: derribar el tabique dañado, instalar uno nuevo, ajustar el sistema eléctrico y de gases medicinales y pintar la estancia. El coste total supera los 5.000 euros, incluyendo el IVA. La violencia utilizada para destrozar la pared dejó al descubierto cables y sistemas internos del hospital.
Los agentes acudieron de inmediato y evacuaron al otro preso, que ya había sido agredido, y activaron un protocolo de seguridad. Aunque Brahim mostró una actitud inicial agresiva, terminó entregándose sin que los agentes necesitaran recurrir a la fuerza, a pesar de estar preparados con equipo de protección y pistolas táser.
Brahim había sido trasladado desde la cárcel de Daroca tras ingerir varias cuchillas, lo que requería atención médica urgente. Pese a sus heridas, su mayor preocupación era regresar al centro penitenciario, donde cumple condena por delitos como estrellar coches robados en comercios de Madrid para después robar en sus interiores.