Más de 300 personas se concentraron frente a un local okupado en Pasajes (Guipúzcoa), en protesta por la inseguridad que dicen estar viviendo en el barrio. El lugar ha sido okupado por un grupo de inmigrantes magrebíes y ha estado en el centro de la polémica desde que siete personas fueron detenidas tras una pelea multitudinaria en la zona hace algunas semanas.
El enfrentamiento ocurrió en la calle Araneder y movilizó a la Ertzaintza y a la Policía Local de Pasaia después de que varios testigos alertaran sobre una pelea violenta entre dos grupos de jóvenes. Según fuentes del Departamento de Seguridad, los implicados se agredieron utilizando objetos como cazuelas, palos e incluso armas blancas. Dos de los participantes en la pelea tuvieron que ser trasladados al hospital para recibir tratamiento por sus heridas.
Algunos residentes propusieron movilizarse públicamente para reclamar más seguridad y medidas contundentes. «Tenemos que echar a esta gente de nuestro pueblo antes de que ocurra algo peor. Esta vez se han pegado entre ellos, pero la próxima pueden atacarnos a nosotros».
El pasado viernes una mujer fue víctima de un robo que terminó con la intervención de la policía, y más tarde, en el campo de fútbol local, varios jóvenes denunciaron el robo de mochilas, teléfonos y otros objetos personales.
Un mensaje difundido en redes sociales animaba a los vecinos a movilizarse el domingo, expresando un hartazgo generalizado. «Estamos ya hasta las narices de toda esta basura», se leía en el comunicado, que buscaba unificar a la comunidad contra la oleada de delitos que, según ellos, ha hecho que el barrio recupere niveles de inseguridad que no se veían desde hace décadas.
Los vecinos insisten en que es el momento de actuar unidos, sin importar la clase social, religión o nacionalidad. Consideran que la respuesta policial ha sido insuficiente y hacen un llamado a las autoridades para que tomen medidas concretas frente a lo que describen como una situación cada vez más insostenible en su comunidad.
Actualización de última hora
Después de las protestas que tuvieron lugar por la tarde, un grupo de vecinos enfurecidos hicieron correr a los okupas magrebíes y los expulsaron, según ha contado un vecino de la zona. Al parecer, la Ertzaintza llegó al lugar para defender a los okupas.