Un magrebí de origen tunecino ha sido condenado a 12 años de prisión por intentar matar a su pareja en un piso de la avenida Pío XI de Valencia. Los hechos ocurrieron el 23 de febrero de 2023, cuando el agresor, de 24 años, intentó provocar una explosión de gas tras agredir a la mujer y cortarle cualquier posibilidad de escape. El crimen machista fue frustrado por la rápida actuación de la Policía Nacional, que irrumpió en el domicilio y evitó la tragedia.

El condenado abrió las espitas de dos bombonas de butano y cortó las mangueras tras agredir físicamente a su pareja, impidiéndole abrir las ventanas y amenazándola con un cuchillo. «Nos vamos a morir aquí», le dijo antes de intentar acuchillarla. Sin embargo, el arma blanca se partió, y el mechero que utilizó para prender el gas falló por falta de combustible. Fue entonces cuando los agentes derribaron la puerta, desarmaron al agresor y pusieron a salvo a la víctima.

La sentencia fue emitida por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia, condena al acusado por los delitos de tentativa de homicidio, coacciones y descubrimiento de secretos, ya que previamente había confiscado el móvil de la víctima y accedido a sus comunicaciones sin permiso. Aunque el Ministerio Fiscal pedía 46 años de cárcel, la defensa logró la absolución por dos delitos de agresión sexual inicialmente imputados.

El tribunal argumentó que no existía alevosía en el ataque, ni siquiera la denominada convivencial, que puede darse en relaciones entre convivientes. Aunque la víctima había denunciado episodios previos de violencia, como una violación y coacción para mantener relaciones sexuales con un tercero, estos hechos no quedaron probados en el juicio.

La sentencia tampoco reconoce atenuantes como toxicomanía, arrebato u obcecación, confesión tardía ni reparación del daño. El condenado fue identificado como Ayoub B. y actuó bajo un claro móvil de dominación y posesión, según describe el fallo.

Huyó por la ventana

Los hechos tuvieron lugar a las cuatro de la tarde, cuando los vecinos, alarmados por los golpes, gritos y el fuerte olor a gas, llamaron al 112. A pesar de que la víctima aseguró a los agentes que todo estaba bien, lo hizo obligada por su agresor, que la mantenía amenazada con un cuchillo. Los policías, al sospechar de la situación, forzaron la entrada y neutralizaron el peligro.

Ayoub B. logró escapar por una ventana, pero fue localizado y detenido días después en Zaragoza. La intervención policial evitó una tragedia que pudo haber tenido consecuencias mortales para la víctima y para los vecinos del inmueble.

Comentarios