El marroquí identificado como Said B. ha aceptado una sentencia de dos años y medio de prisión por difundir en redes sociales mensajes que exaltaban el terrorismo yihadista. La Audiencia Nacional celebró el juicio este pasado miércoles, donde el acusado también fue juzgado por un delito de falsificación de documento oficial, culminando en un acuerdo de conformidad.

En virtud de este acuerdo, el acusado aceptó tanto la narrativa acusatoria como la solicitud de pena presentada por la fiscalía, que inicialmente había pedido cuatro años y dos meses de cárcel, pero que fue reducida a dos años y medio, además del pago de una multa. Las partes acordaron no apelar la sentencia, aunque la defensa solicitó la suspensión de la condena, una petición que la presidenta del tribunal, Teresa Palacios, indicó que se evaluaría en el futuro.
Según el informe de conclusiones de la Fiscalía, el acusado utilizaba una identidad falsa para difundir a través de plataformas como Facebook, Instagram y principalmente TikTok, vídeos en los que justificaba la yihad en territorios en conflicto, amenazaba con atentados contra instituciones públicas y llamaba públicamente al combate en Europa para imponer la «sharia» o ley islámica. Además, realizaba constantes ataques verbales contra las comunidades judía y LGTBI, profiriendo amenazas contra otros usuarios de redes sociales que no compartían sus opiniones.
En una de sus publicaciones, el acusado afirmó que él mismo perpetuaría un atentado, aunque nunca llegó a materializarlo. También ensalzó la acción del atacante que asesinó al sacristán Diego Valencia e hirió gravemente a un sacerdote con un machete en un ataque en dos iglesias de Algeciras (Cádiz), el 25 de enero de 2023.
Durante el registro de su domicilio, las autoridades encontraron teléfonos y ordenadores que contenían evidencias de una «búsqueda sistemática» de armas blancas y de fuego, como pistolas y fusiles de asalto. También se incautaron chalecos y guantes tácticos, junto con otros objetos como un equipo radiocomunicador, un casco con cobertura de camuflaje, una linterna frontal, gafas protectoras, rodilleras, coderas y botas.
Además, se localizaron 2.500 vídeos, entre los que destacaban los realizados por el propio Said B., en los que llamaba a la violencia contra los judíos, así como otros vídeos acompañados de «nashedd» o cánticos yihadistas.