Un hombre de origen norteafricano de unos 50 años fue secuestrado el pasado jueves por la noche en la parte alta de Barcelona, en lo que parece haber sido una trampa bien orquestada. El hombre estaba desorientado y llevaba una maleta, fue visto por los vecinos del bloque número 24 de la calle Raset. Según informan los testigos, llegó al lugar sin saber a ciencia cierta dónde estaba, y llevaba en su móvil textos en árabe y la dirección del piso en el que acabó siendo secuestrado.
Al parecer llegó al edificio creyendo que se dirigía a un hotel donde había quedado con una chica, con quien estaba intercambiando mensajes por WhatsApp. Llamó a la puerta de un piso donde una familia lo recibió y trató de ayudarlo, aunque notaron que no tenía claro su destino. Los vecinos se extrañaron y lo dejaron salir del edificio, pero media hora más tarde la situación dio un giro inesperado.
Los vecinos escucharon gritos provenientes de la calle y vieron cómo tres hombres encapuchados intentaban forzar al hombre a subir a un coche. La víctima intentó resistirse, pero fue sometido con bridas y finalmente lo hicieron entrar en un coche marca Range Rover de color negro que huyó a gran velocidad por la única salida de la calle. Los vecinos llamaron al 112 y varias patrullas de los Mossos d'Esquadra llegaron poco después al lugar del secuestro.
En la escena quedaron varias pistas, como bridas en el suelo y un reloj que probablemente pertenecía a la víctima, aunque la maleta que llevaba la víctima no ha sido localizada. Los testigos afirmaron que uno de los secuestradores se quitó la capucha durante un momento y dijeron que tenía la piel oscura. Las cámaras de seguridad del edificio lograron capturar imágenes del hombre que, aparentemente engañado, se presentó en el bloque, lo que podría ser clave en la investigación.
La Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra del distrito de Sarrià está a cargo del caso y trabaja para identificar tanto al hombre secuestrado como a sus captores. El coche utilizado en el secuestro fue visto más tarde en la autopista AP-7, en la zona del Baix Penedès, aunque hasta el momento no ha sido localizado.
Las autoridades sospechan que este secuestro podría estar relacionado con el narcotráfico, pero mantienen la investigación bajo estricto hermetismo mientras tratan de aclarar los hechos. Aunque el destino final del vehículo y el paradero de la víctima siguen siendo un misterio, la policía espera que las cámaras de seguridad y los testimonios permitan arrojar luz sobre este preocupante suceso.