El 3 de agosto de 2022, una mujer residente en Orense recibió en su teléfono móvil un mensaje de WhatsApp que le causó una profunda preocupación. En el texto, una persona que se hacía pasar por su hija afirmaba haber perdido su dispositivo y solicitaba con urgencia 1.926 euros para resolver ciertos trámites en su ubicación actual.
La madre, sin poder contrastar la información con su hija, que se encontraba lejos de casa, se vio envuelta en una espiral de urgencia y decidió enviar el dinero mediante una transferencia bancaria. La desesperación y la necesidad de ayudar a su hija nublaron su juicio, llevándola a actuar sin verificar la veracidad de la petición.
Posteriormente, la mujer descubrió que había sido víctima de una estafa. Su banco se negó a intervenir, dejándola sin otra opción que acudir a la justicia. Tras su denuncia, la Policía Nacional comenzó a rastrear el dinero transferido, siguiendo su rastro hasta una cuenta bancaria.
Las investigaciones revelaron que el titular de la cuenta era un estafador de origen senegalés, quien fue identificado y denunciado. La Fiscalía de Orense le imputa un delito de estafa, solicitando una condena de dos años de prisión y la restitución del dinero defraudado.
El juicio, que debía celebrarse este jueves, se pospuso debido a la enfermedad de uno de los abogados involucrados, añadiendo un nuevo capítulo de incertidumbre a este caso de engaño y desesperación.