En los primeros tres meses de 2025, las fuerzas de seguridad españolas han llevado a cabo una serie de operaciones que han culminado en la detención de 38 individuos sospechosos de actividades relacionadas con el yihadismo. Según datos proporcionados por el Ministerio del Interior, estas detenciones se suman a una tendencia creciente de operaciones antiterroristas en el país. Las últimas cinco detenciones ocurrieron entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de marzo, en un lapso de solo 24 horas, en las localidades de Santa Coloma de Gramanet, Granada, Fuencaliente de Lucio, Salamanca y Huelva. Si este ritmo se mantiene, se proyecta que el año podría cerrar con más de 100 arrestos, una cifra no vista desde 2004, año de los atentados del 11-M.
El aumento en las operaciones contra el yihadismo se inició en octubre de 2023, tras el inicio de la guerra en Gaza, provocada por los ataques de Hamás y la respuesta militar de Israel. Este conflicto llevó al Ministerio del Interior a acelerar las investigaciones sobre sospechosos de radicalismo islámico, temiendo que la situación en Gaza los incitara a cometer atentados. Desde el estallido de la guerra hasta finales de diciembre de 2023, se detuvieron a 54 presuntos yihadistas, en comparación con solo 24 detenciones en los nueve meses anteriores. El año 2023 concluyó con 78 arrestos, frente a los 46 del año anterior.
Desde entonces, las operaciones antiterroristas han continuado a un ritmo elevado. En 2024, se registraron 81 detenciones, convirtiéndose en el tercer año con más arrestos, solo superado por 2004 y 2005. Con las 38 detenciones de los primeros tres meses de 2025, el total de arrestos desde el inicio de la guerra en Gaza asciende a 173. Entre estos detenidos, preocupa especialmente la presencia de menores de edad: en 2023 se arrestaron a seis menores, en 2024 a 15, incluyendo a un adolescente que había realizado pruebas con explosivos caseros, y en lo que va de 2025, ya son cuatro. Entre 2015 y 2021, solo se habían detenido a 11 menores en total.
Álvaro Vicente, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, señala que «la guerra en Gaza ha influido en la movilización emocional de ciertos sectores vinculados al yihadismo en España», encajando en una narrativa preexistente que justifica la violencia como respuesta legítima a una supuesta amenaza existencial contra los musulmanes. Vicente añade que «esta movilización emocional se refleja en un aumento de expresiones radicalizadas en redes sociales, aunque hasta ahora no se ha traducido significativamente en actos violentos».
Carlos Igualada, director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), coincide en que la guerra en Gaza puede haber actuado como catalizador para algunos individuos en su proceso de radicalización. Sin embargo, señala que «el desarrollo del extremismo está más asociado a la propaganda del Estado Islámico, que curiosamente no se ha aprovechado mucho del conflicto en su propaganda». Igualada destaca que muchas de las operaciones en España en los últimos años han sido preventivas, deteniéndose a individuos en etapas tempranas de radicalización para evitar posibles atentados.
Manuel R. Torres, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y experto en yihadismo, opina que el conflicto en Oriente Medio ha influido en el aumento de detenciones, pero no necesariamente porque haya incrementado la radicalización en España. Según Torres, «el conflicto ha llevado a las fuerzas de seguridad a actuar de manera anticipada, sacando de circulación a individuos radicalizados en fases tempranas para minimizar riesgos». Torres señala que, entre los últimos detenidos, pocos han mencionado la situación en Gaza como motivación para sus planes.