El inicio de 2025 trae consigo la misma violencia que marcó el año anterior en las cárceles de Cataluña. En apenas unos días, se han registrado tres agresiones graves en diferentes centros penitenciarios, con un saldo de siete funcionarios heridos. La inseguridad sigue siendo una constante para los trabajadores, quienes deben enfrentarse a situaciones de alto riesgo en su jornada laboral, poniendo en peligro su integridad física e incluso sus vidas.
El primer incidente ocurrió este pasado sábado por la tarde en el centro penitenciario de Ponent, en Lleida. Un interno de nacionalidad marroquí provocó un incendio dentro de las instalaciones y, al ser intervenido, agredió a tres funcionarios, causándoles contusiones de diversa gravedad. En la misma jornada, en la prisión de Puig de les Basses, en Figueres, una jefa de unidad resultó herida tras ser atacada por un recluso.
La violencia continuó este domingo en la prisión de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Un interno marroquí en primer grado, conocido por su historial conflictivo, atacó sorpresivamente a tres funcionarios. Dos de ellos necesitaron atención médica: uno por un golpe en el rostro y otro por una fractura en un dedo.
El preocupante inicio de año no augura mejoras respecto a un 2024 crítico, en el que se contabilizaron centenares de ataques contra trabajadores penitenciarios en Cataluña. La tragedia más destacada del año pasado fue el asesinato de Nuria, encargada de la cocina de la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona, a manos de un interno rumano ya condenado por asesinar a una prostituta en 2016.