Mohamed El Gharbi es un yihadista de origen marroquí que fue condenado a más de siete años de prisión, pero ha conseguido huir de España. La Audiencia Nacional había ordenado que siguiera bajo vigilancia mientras esperaba la resolución de su recurso en el Tribunal Supremo.
Según documentos obtenidos por El Español, el acusado logró quitarse la pulsera electrónica de seguimiento y salir del país sin que las autoridades lo detectaran. Una resolución judicial reciente exige a la Policía investigar cómo pudo ocurrir esta fuga, a pesar de las restricciones impuestas por el tribunal.
El Gharbi fue condenado por formar parte del llamado «frente de cárceles yihadista», un grupo que promovía el islamismo radical entre presos a través de cartas clandestinas. Estas misivas buscaban unir a los internos en torno al ideario del Estado Islámico y evitar que abandonaran la lucha armada.
No es el único miembro de esta red que ha escapado, ya que, Mohamed Achraf, señalado como el líder del grupo, está fugado desde diciembre de 2023. Aunque las autoridades intentaron localizarle en Marruecos y Francia, no han logrado dar con su paradero. Con esta última fuga, ya son dos los condenados por esta causa que han evadido la justicia.
Todos los acusados fueron absueltos desde un principio, pero la Fiscalía impugnó el fallo en dos ocasiones. La Audiencia Nacional finalmente condenó en un tercer juicio a El Gharbi y a otro implicado, Karim Abdeselam Mohamed, por delitos de captación y adoctrinamiento terrorista. El tercer acusado es Abdelah Abdeselam Ahmed y fue absuelto por falta de pruebas concluyentes.
La sentencia condenatoria también apuntaba a los vínculos del grupo con presos de ETA. Según el tribunal, la terminología utilizada por los yihadistas, como frente de cárceles yihadista, reflejaba cierta influencia del entorno proetarra, con el que el líder fugado, Achraf, había tenido contacto directo durante su tiempo en prisión.
Esta no es la primera vez que Achraf se fuga, ya que en 2002 escapó de España y fue detenido tres años después en Suiza. En 2008 fue condenado por planear un ataque contra la Audiencia Nacional, y aunque cumplía esa pena en la cárcel de Estremera cuando ocurrieron los hechos del frente de cárceles yihadista, ya no compareció en el último juicio al haberse fugado nuevamente.